Sonríe El Aire
Sonríe el aire, sonríe…
bailando con las aves
y apostando al aguadulce,
acusando el linde suave
desde tus abedules
hasta mis olivares.
Sonríe el aire, sonríe…
desnudo corre y sueña
por los campos ambarinos,
por las dormidas veredas,
bajo los mantos plomizos
se despereza.
Sonríe el aire, sonríe…
por las calles encaladas,
por las moradas serenas,
en la inexorable calma
de tu latido y tu acera
se desengaña.
Sonríe el aire, sonríe…
¡Déjalo que se intrigue
en tus volantes, morena!
¡Déjalo, que sonríe
porque es libre,
porque vuela!
Sonríe el aire, sonríe,
tu sonrisa se lo lleva.
Sonríe el aire, poema bucólico que ensalza otro fenómeno natural característico del clima y el paisaje andaluz: el aire. Andalucía sería tierra inhóspita de no ser por su aire, su brisa fresca continua y el viento fuerte de sus costas más sureñas. El poder del sol en el panorama andaluz es, a veces, difícil de sostener si no fuera por el apaciguamiento del aire fresco que surca las calles y los campos, que se mete en las casas, que acaricia los vestidos y cabellos. El poeta refiere también, levemente y con gracia, utilizando la figura de la mujer al final del poema, al efecto del aire en el carácter andaluz, alegre, festivo y sonriente.
Glosario de términos:
Linde: Límite de un reino o una provincia. Linde suave se refiere a lo relativo que es una frontera.
Ambarinos: Relativo al color amarillo anaranjado.
Vereda: Camino.
Plomizo: Se refiere al cielo gris.
Encalada: Blanqueada con cal. Típico de las casas de los pueblos de Andalucía.
Moradas: Lugar donde se habita. Hogar.
Inexorable: Que no se puede evitar.