Pluvia
Dicen que el agua sabe tu nombre.
Dicen que en otoño lo pronuncia.
Dicen que corre en las calles
y todo lo alcanza… y lo inunda.
Yo quiero mojarme contigo
en un vergel infinito,
que me toques inofensiva
como un cachorro perdido.
Tus cielos, que ya son tantos,
se olvidaron de anunciarte,
pero yo te he visto muchas veces
y sé que tú no te olvidas.
En la noche el vidrio se araña
haciéndote un homenaje,
y el Sol cura las mañanas
para que no me amancilles.
Agua, que tanto sabes, llámala
y dile que mima el cetrino
el paso de todas las huellas
que el mundo conoce,
que vuelva,
que vuelva.
Dice el proverbio que la lluvia en Sevilla es una maravilla. Pluvia es una oda a este fenómeno tan poco frecuente en Andalucía y tan necesario. Es un canto a su esplendor pero también a su fuerza, a su poder. En un momento de sequía que se prolonga en el tiempo el poema advierte que, aunque el andaluz desespere mirando al cielo, más tarde o más temprano la lluvia llegará aliviando los campos y la vida. Entonces se deleita glorioso con la llegada de la inclemencia.
Glosario de términos:
Amanciller: Ofender, hacer daño.
Cetrino: Dicho de un color amarillo verdoso. Se refiere al color del campo andaluz cuando está secando, un amarillo que esconde el verdor esencial. El término es un adjetivo que el autor sustantiva (convierte en nombre).